Terapia Celular Avanzada
La aplicación de terapia celular en pacientes con lesión de cerebro y/o médula espinal tiene como principal objetivo, evitar que se formen cicatrices o se destruyan zonas de tejido que al desaparecer podrían causar múltiples incapacidades, principalmente en lesiones recientes.
Es factible reducir el tamaño de las zonas dañadas o bien lograr la formación de nuevas conexiones interneuronales en el cerebro y nuevas fibras nerviosas en la médula espinal, logrando la recuperación significativa de funciones alteradas o perdidas.
El implante o aplicación de las células madre mesenquimales es hecho en dos fases, la más importante es la aplicación intratecal (aplicación por punción lumbar) y la segunda o complementaria es la aplicación intravenosa (sistémico).
La aplicación intratecal es mediante un pinchazo en la columna realizado en una sala de quirófano pequeña.
En los adultos o pacientes que puedan seguir órdenes para permanecer en una postura determinada no se necesita anestesia, solamente se coloca un anestésico local, similar al usado por los dentistas.
No es necesario hospitalizar al paciente, sin embargo sí es muy importante que repose en cama por lo menos los siguientes 3 a 5 días después de la aplicación. El paciente sale del quirófano moviéndose como antes del procedimiento y con indicaciones acerca de su cuidado.
Es posible que se genere un poco de molestia en el sitio de aplicación y además dolor de cabeza horas después del implante, ante estas situaciones se le asesorará en todo momento sobre medicamentos que puede tomar para disminuir las molestias.
La parte complementaria del implante de células madre mesenquimales es la aplicación intravenosa, la cual consiste en colocar un suero adecuado a cada paciente en una vena de cualquiera de sus brazos, mientras permanece en un reposet clínico, sin necesidad de hospitalizarse.
Este sistema de implante es muy cómodo y con mínimas molestias, de manera que el paciente puede continuar con sus actividades diarias incluyendo conducir o viajar, una vez que termina el proceso.
Las células madre que se aplican, se llaman células madre mesenquimales o células troncales mesenquimales, y son extraídas o sacadas de un tejido llamado Gelatina de Wharton del cordón umbilical.
Eliminar o reducir el tamaño y número de zonas del tejido lesionado.
Reducir la inflamación del tejido lesionado
Estimular la formación de nuevas conexiones interneuronales y fibras nerviosas
Reconstituir el tejido de fibras nerviosas dañadas y tejido de la médula espinal con daño
Aumentar la cantidad de músculo
Mejorar la función de los músculos y su tonificación al aumentar los efectos de ejercicio de rehabilitación.
Recuperar la función sensitiva
Mejorar y/o recuperar funciones mentales superiores como hablar, entender palabras, memorizar, recordar, escribir, leer, reconocer objetos o personas, asociar situaciones y personas o cosas, resolver problemas etc.
Mejorar las acciones de control de esfínteres como orinar y defecar
Mejorar movimientos articulados para realizar acciones como masticar, tragar o deglutir, escribir, comer con una cuchara, vestirse solo etc.
Recuperar la capacidad perdida en sentidos como la vista, el oído, olfato y gusto
Lograr que el paciente mejore su calidad de vida
La médula ósea y el cerebro, en conjunto forman el sistema nervioso central. Su lesión puede causar una gran variedad de enfermedades y síndromes, debidos a la pérdida de tejido en estos órganos. Las lesiones pueden ser de cualquier origen; por golpes, caídas, armas, partos traumáticos (en el caso de los bebés), falta de oxígeno por ahogamiento, infartos, hernias de disco en la columna vertebral etc., originando diversos síntomas y afectaciones dependiendo de él área afectada en cerebro y/o médula espinal, así como también de la extensión dañada.
SÍNTOMAS COMUNES
Parálisis en cualquier parte del cuerpo (incapacidad de movimiento que depende del área y extensión dañada del cerebro y/o médula)
Falta de sensibilidad en la piel
Problemas o dificultad para controlar las acciones de control para defecar, orinar, deglutir (tragar) etc.
Disminución o pérdida de capacidad de erección en pene o producción de lubricante natural en vagina.
Pérdida de uno o varios sentidos (vista, olfato, gusto, oído)
Rigidez muscular (contracciones de los músculos que provocan una postura “tiesa”)
Pérdida de funciones mentales superiores como hablar, asociar ideas, recordar, aprender cosas nuevas, enfocar la atención, adaptarse socialmente, controlar emociones e impulsos, resolver problemas, tener una conducta adecuada a su edad y ambiente, etc.
Pérdida de coordinación de movimientos, que provoca que el paciente no pueda realizar los movimientos correctos para llevar a cabo una actividad, o genera movimientos raros.
Enfermedad o alteración de acciones como hablar, reconocer, entender lenguajes que ya sabía etc.